LA TERCERA Y CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, EL PELIGRO DE QUEDAR ATRÁS.

 

 LA TERCERA Y CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, EL PELIGRO DE QUEDAR ATRÁS.

 

Normalmente cuando escuchamos o leemos la palabra “revolución” la relacionamos con caos, insurrección social, derrocamientos, crisis políticas, etc.

Pero la palabra revolución, ha marcado nuestra historia reciente de manera más significativa en términos de cambios cualitativos, en el progreso tecnológico, en el progreso científico y en el económico, esos son algunos ejemplos de las nuevas “revoluciones industriales”.

CONTEXTO HISTÓRICO.

A principios del siglo XX, ciertas energías no renovables como el carbón, las que accionaban las máquinas de vapor, el uso del telégrafo, cambiaron la sociedad de la época. Se incentivó la producción en serie, donde Inglaterra llevaba la voz de vanguardia en la primera revolución industrial.

Medio siglo después, llegó la segunda revolución industrial. El uso masivo de otro combustible fósil, como el petróleo, aceleró la eficiencia y eficacia de la manufactura.  También mejoró la logística del sector productivo e industrial y comienzó el avance de las comunicaciones que tendieron a una incipiente globalización de la información y la modernización de las comunicaciones a través del teléfono, Así partió la segunda revolución industrial, liderada por los Estados Unidos y Europa occidental. (Belen, 2018)

 

LA GLOBALIZACIÓN COMO FENÓMENO INEVITABLE.

Antes de referirme propiamente tal a la tercera revolución industrial, es necesario comprender el fenómeno de La Globalización.

La Globalización como fenómeno socio económico de conductividad tecnológica, ha generado la oportunidad de integración de los mercados locales, a la gran red económica mundial. En la actualidad no se concibe, ni es posible la integración de los mercados, ni la competitividad en los mismos, sin el desarrollo, intercambio y uso de la tecnología. (Punina, 2017)

Se podría afirmar que la globalización va de la mano de la tecnología, y ambas han sido la consecuencia, de una necesidad y una cómplice antesala de la tercera revolución industrial.

 

LA TERCERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA HEGEMONÍA DEL HEMISFERIO NORTE.

Antes de entrar en este punto, quisiera hacer mención al doctor Jeremy Rifkin, autor de una obra maestra moderna “La tercera revolución industrial”, donde sostiene que a través de una “sociedad global” se puede generar un punto de inflexión, dado que la segunda revolución industrial dejó un techo tecnológico muy bajo. (Martín, 2015).

La internet fue el precursor de una conectividad mundial, en su caudal de contenido con elementos tales como: datos, clasificación de contenido (geográfico, etario, género, socio cultural, económico, etc.), dando origen de precursores elementos algorítmicos como los “boot” o motores inteligentes de búsqueda de palabras claves, elemento de ayuda para desgranar la inmensa bodega de la Big Data Global. (Aguirre, 2019)

Las telecomunicaciones son un gráfico fenómeno de la importancia de la inmediatez de la información e integración cultural, ya no es tan común la aceptación de una determinada cultura o la imposición de esta misma sobre otra, como concepto, somos una aldea global con directrices comunes, y la red satelital hace su trabajo de conectar el mundo entero en pocos segundos.

Las energías renovables son un desafío y un signo de una clara evolución de conciencia sustentable, la cual tiene un ingrediente abundante en el hemisferio norte y casi nulo en el hemisferio sur I+D (Investigación más Desarrollo), que se ha evolucionado rápidamente a I+D+I (Investigación más Desarrollo más Innovación), las Universidades han jugado un rol fundamental, sumado a los gobiernos y la empresa privada, mezcla propia de los países desarrollados del primer mundo.

Los países preferentemente del hemisferio norte, sometiendo a una superioridad tecnocrática al hemisferio sur, el que está aún lejos de llegar a la tercera revolución industrial, proceso que se mencionó anteriormente.

Como países en vías de desarrollo y emergentes no nos podemos quedar atrás de la tercera revolución industrial, dando pasos y avances inherentes a la cuarta revolución industrial. Este desafío parte desde las universidades y sus contenidos curriculares en función de la vorágine de cambios tecno culturales, para poder dar contenidos funcionales que independientemente del área de estudio, tengan contenidos relacionados con:  (ANEPE, 2016)

• Internet (como herramienta de conectividad y flujo de información con funciones de algoritmos inteligentes).

• Telecomunicaciones (como vínculo de uso de plataformas para realizar reuniones y proyectos de alcance masivo y global).

• Inteligencia Artificial (Tener conocimiento del avance de herramientas transversales de optimización de procesos económicos e industriales)

• Electrónica (Tener manejo de conocimiento de la nano tecnología en aplicaciones específicas del quehacer actual, dispositivos tecnológicos en la economía, salud, medicina, marketing, etc.).

• Biomedicina (No solo los médicos e industria de la salud, conviven con esta área sino también la industria de la actividad física, ejercicio físico, deportes, la industria de la recreación y del entretenimiento).

Todos estos conceptos desembocan en su más puro núcleo; Investigación más Desarrollo más Innovación (I+D+I), el cual debe ser incluido en forma transversal y urgente en los nuevos contenidos de formación académica y sobre todo en los nuevos profesionales en áreas como la prescripción de ejercicio físico, nutrición y medicina preventiva, a manera de poder controlar la emergente proliferación de Enfermedades Crónicas No Trasmisibles (ECNT), patologías inmunodepresoras, malos hábitos alimenticios, sedentarismo.

 

Sin embargo, esta tarea tiene que contar con un elemento vital de apoyo desde la empresa privada que dice relación con lo económico y con los aportes de recursos. Una de las formas de poder realizarlo es utilizando la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). 

Las direcciones académicas de las casas de estudio de educación superior, tanto  públicas como privadas deben integrarse académicamente para la formación de un perfil de profesionales aptos y calificados con la tercera revolución industrial, esto entre otras cosas, con el fin de dar solución a otro fenómeno: “la empleabilidad real de los estudiantes”

“LA TECNOLOGÍA NO ESTÁ DESTRUYENDO EMPLEOS, ESTÁ SUSTITUYENDO PERFILES”. (Jeremy Rifkin)

La lista de tecnologías que prometen revolucionar el mundo no deja de crecer: big data, blockchain o criptomonedas, internet de las cosas, cloud o almacenamiento en la nube, virtualización, etc. Pero con cada novedad, el mercado laboral se ve en la necesidad de buscar perfiles digitales, capaces de poner en práctica todas estas nuevas técnicas, "hoy nos encontramos en un momento muy incierto y cambiante”. 

 

Los gobiernos deben sumarse a esta tarea si desean impulsar un verdadero desarrollo económico y social con elementos sólidos de economías circulares sustentables (Figura 4), existen dos agentes protagonistas los cuales son:

 

Líderes Privados

Son los responsables de los desarrollos (I+D+I) con fines económicos e industriales específicos. 

Líderes Sociales

Son los consumidores de la tecnología, los que deben crear bases éticas con fines sociales, que sirvan como filtro, de como adaptar el cambio de desarrollo tecnológico al constructo antropológico de la sociedad.

La experiencia histórica de los últimos doscientos años, nos enseña que las llamadas revoluciones industriales desencadenan cambios drásticos y cada vez más rápidos de las condiciones de producción, distribución y consumo de los bienes y servicios, generando fuertes y súbitas transformaciones en la forma de vida de la humanidad. Así ha sucedido con las dos anteriores revoluciones industriales, y con la tercera y cuarta no será la excepción.

Otra constante histórica es que estos cambios no llegan al mismo ritmo ni con la misma intensidad en todo el mundo. En la región Sudamericana, las revoluciones industriales han arribado con retraso respecto a Europa y Norteamérica. Sin embargo, así como gran parte del Oriente Asiático supo integrarse exitosamente a los desarrollos de la tercera revolución industrial, convirtiéndose en una región líder en las industrias de los automóviles, la computación, las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, con los ejemplos brillantes de países como Japón y los llamados tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur).

América Latina tiene el reto de emular esos logros, vinculándose con éxito en la tercera revolución industrial, como se especifica anteriormente eso debe iniciarse desde las universidades y sus políticas curriculares, medida que debe ser apoyada por los gobiernos, para no seguir creando en un futuro inmediato “cesantes con certificación universitaria”.

APAGÓN PEDAGÓGICO.

El apagón pedagógico, es el letargo en el acoplamiento de los contenidos y trasvasijes curriculares de conocimientos, de formación seglar que están orientados en una formación industrializada propia de la segunda revolución industrial. Esto genera que en un futuro medianamente cercano exista una baja empleabilidad, por consecuencia una desaceleración económica, alejamiento del desarrollo, y una baja en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) no por la poca demanda de profesionales en cuestión, sino por la *destecnocratización de las competencias profesionales que limitan su oferta de valor.

*Ausencia del gobierno de las tecnologias.

Hoy existe una “crisis de los actores educativos”. Los centros de formación universitaria y la realidad que tiene el modelo educativo se quedaron en el pasado y nos da cuenta de “maestros que buscan las gafas perdidas, mientras otros, declaran su miopía tecnológica” (Jeremy Rifkin).  La turbulenta misión educativa de los agentes directivos, que procrastinan en el sistema la formación centrada en el campo laboral, el Ministerio de Educación y la burocracia subordinada a los intereses del capital no tecnocratizado, generan una pérdida de identidad frente a los países desarrollados con una mirada crítica del aula.

En la comprensión de la vida real, el análisis de los sistemas educativos, las dinámicas de contextualización de conocimiento tecnocratizado y la cotidianidad del hecho educativo en el aula, muchas veces ocurre como en este incidente. Apenas logramos ver un fragmento de lo que está ocurriendo y a partir de ese retazo construimos un discurso, tomamos partido y decidimos. 

Este razonamiento pretende dar pistas para que juntos iniciemos debates, reflexiones y aprendizajes que nos permitan contribuir a que los contenidos curriculares sean una conquista social,  la educación es un derecho humano fundamental y que no se diluyan para complacer la avaricia y la ceguera del gran capital trasnacional latinoamericano, que aún no visualiza su integración a la tercera revolución industrial. 

No es un mensaje neutro ni complaciente, es un artículo escrito desde la profesión docente y la perspectiva de la justicia social de mercado sustentable como lugar de enunciación. Es un mensaje para pensar y mirar desde la teoría crítica, la crisis civilizatoria que asedia la escuela, a la educación pública, privada y también la universitaria. En tal sentido, a la par que se cuestiona la dominación capitalista no adaptada a la tercera revolución industrial en sus distintas expresiones, se revisan aspectos de la praxis educativa y las narrativas de resistencia, que resultan funcionales al propio sistema de dominación. Entiendo que tampoco es cómodo, porque problematiza muchas prácticas asumidas como certezas, pero la actualidad de las luchas por la pedagogía tecnocrática de los procesos de enseñanza-aprendizaje, la defensa de la profesión docente y las universidades como lugar de encuentro y aprendizaje multinivel, así lo demandan. 

Desde hace tres años vengo enunciando la tendencia de los organismos económicos latinoamericanos no adaptados a la tercera revolución industrial, por fomentar a gran escala un Apagón Pedagógico Global (APG), lo anterior como resultado de una reconfiguración del capitalismo como modelo de la segunda revolución industrial a escala regional. De hecho, los organismos económicos mundiales impulsan un nuevo modelo de sociedad, gobernanza, economía y educación, a cuyo logro contribuye la más importante ruptura de paradigmas de contenidos curriculares no tecnocratizados. 

El diálogo intergeneracional ha ocurrido desde la Edad Media y en ese modelo educativo las pedagogías, la profesión docente y la propia existencia de contenidos curriculares no tecnocratizados, que hemos conocido en el siglo pasado y parte de este, hasta hoy son seriamente una amenaza. A la crisis futura de la empleabilidad de los nuevos profesionales, se le adiciona el quiebre del diálogo intergeneracional ocurrido a partir de los años ochenta del siglo XX. Un diálogo que a diferencia de otros momentos, hace que el ecosistema académico universitario y que a pesar de seguir manteniendo los mismos códigos lingüísticos, no logran entenderse y lo que habla uno muchas veces deja de tener sentido para el otro. Esa ruptura comunicativa tiene expresiones en el aula, las cuales son abordadas de diferente manera con una peligrosa tendencia al desenfoque de las generaciones en esta época. En el pasado reciente, entender las mutaciones políticas, sociales, económicas, tecnológicas y humanas era posible, como si estuviésemos reconociendo el paisaje a través de la ventanilla de un autobús que marchaba a 80 kilómetros por hora, hoy usando la misma metáfora, es como si en el presente viajáramos en ese mismo transporte pero a 450 kilómetros por hora, lo cual hace que el paisaje se haga difuso y se dificulte comprender la dinámica incesante de las transformaciones que ocurren en el exterior. 

En este artículo se hace un esfuerzo por recorrer algunas tendencias de este cambio, animados para ello por el esfuerzo de maestros e investigadores, que tratan de hallar pistas para comprender las implicaciones de lo nuevo, en las dinámicas del sistema educativo tecnocratizado para la tercera revolución industrial; esfuerzo que evidencia el compromiso ético, social, político y humano. 

Finalmente, este es un mensaje de defensa de la educación universitaria y su repercusión en la sociedad en los ámbitos económicos y tecnológicos, a la par de una demanda para su necesaria actualización. Quienes apuestan por la perpetuación del sistema educacional y curricular universitario basado en parámetros de la segunda revolución industrial, y no miden las consecuencias de quedar obsoletos en la sociabilidad planetaria. Una sociedad que no tiene lugares de encuentro para aprender a vivir, convivir y a trabajar juntos, es una no-sociedad. El problema no es la tecnología ni la ciencia, es el que se quiere confinar a los individuos a espacios cada vez más reducidos y localizados, con la menor inversión social.

 Bienvenidas sean las revoluciones científicas tecnológicas, pretendemos alertar y alentar con este trabajo acerca del surgimiento y desarrollo de modelos de gobernanza mundial, de economías de mercados sustentables globalizados, que pretenden potenciar el encuentro de la conectividad  virtual, como parte de un nuevo modelo de producción, un consumo de mercancías y educación en el presente siglo, usando la casa y el hogar como epicentro de este reordenamiento. Resistir implica reconocer lo que está ocurriendo y como siempre, construir alternativas que posibiliten el encuentro ecológico entre hombres, mujeres, tecnología y medio ambiente. La historia nos enseña que a los planes del capital solo se les resiste con la toma de conciencia, la movilización y la generación de alternativas.

TECNOLOGÍA SUSTENTABLE Y DE IMPACTO GLOBAL.

En la Sociedad Chilena para la Educación Física, Recreación y Salud (SCHEFRES) fundada en 1985, la investigación y las ciencias como una mirada se sustentabilidad democratizada, basada en la tecnología amigable y asertiva, nos lleva como sociedad profesional a abocarnos en esta área.

Desde el año 2008, nuestro equipo de investigación visualizó la problemática de no tener un “Big Data” importante, que pudiera tener los antecedentes para la aplicación de algoritmos en función de un estudio de estadística descriptiva y la riqueza heterogenia (etario, género, antropométrico, condición metabólica) para poder hacer investigación con datos objetivos y mejorar los estudios de la población de forma más científica. 

En el año 2012, se realiza un estudio y se toma una muestra de 7575 personas con una tabulación estadística y combinaciones algorítmicas validadas (Hernandez, https://www.educacionfisicachile.cl/, 2019). Se procedió, con aportes de privados a la confección de una plataforma web on line, que pueda resolver la problemática para aplicar políticas públicas con datos reales de forma rápida, en un sistema en el cual puedan interactuar todos los agentes de la salud, nutrición y medicina, dando espacio a todos los profesionales de estas áreas e instituciones publicas y/o privadas que los contengan.

Esta herramienta tecnológica que se incubó en la SCHEFRES,  cumple con muchos cánones de la cuarta revolución industrial, pero nos dimos cuenta de una gran problemática socio cultural,  la cual fue que muchos profesionales y estudiantes del ultimo año de pregrado, no conceptualizaban totalmente el uso y los alcances de esta plataforma, debido a que su formación curricular (contenidos seglares), no contenía los suficientes elementos para asumir retos tecnológicos que ya son exitosos en el hemisferio norte y países desarrollados tecnocráticamente, con elementos sustentables de la formación educativa curricular propia de esta revolución industrial. (Hernandez, 2019)

Por ello y frente a la problemática socio académica de contenido curricular, fenómeno que anteriormente se mencionó en este artículo como Apagón Pedagógico Global (APG), la SCHEFRES confeccionó una malla curricular, propuesta que está disponible para ser insertada en los contenidos de carreras relacionadas con las áreas de: salud, nutrición y prescripción de ejercicio físico y entrenamiento.

 

 

Esta malla curricular tiene contenidos como:

• Estadísticas

• Tecnología 

• Economía circular sustentable

• Manejo de herramientas tecnológicas en función de las telecomunicaciones 

• Procesos de racionamiento ingenieril 

• Introducción a la inteligencia artificial (algoritmos inteligentes).

 

Todo lo anterior es un desafío enorme, necesario y urgente. La posibilidad que los actores que podemos impulsar a las sociedades latinoamericanas al desarrollo, caminemos desde las instituciones universitarias, para que adapten su formación a la tercera revolución industrial, apoyados desde los gobiernos, empresarios y la sociedad en su conjunto.

Santiago, abril de 2020.

 

Jaime Hernández Valdebenito, Mg.

Director de Ciencias e investigación.

Sociedad Chilena para la Educación Física Deportes y Recreación (Schefres).

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Aguirre, E. s. (2019). https://www.unprofesor.com/. Obtenido de https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/que-es-la-tercera-revolucion-industrial-3360.html

ANEPE. (2016). Revoluciones Industriales. anepe.

Belen, V. S. (2018). https://economipedia.com/. Obtenido de https://economipedia.com/definiciones/tercera-revolucion-industrial.html

Hernandez, J. (30 de 05 de 2019). educacionfisicachile.cl. Obtenido de https://www.educacionfisicachile.cl/investigaci%C3%B3n-tecnolog%C3%ADa-y-desarrollo/modelo-de-empleabilidad/

Martín, A. (28 de mayo de 2015). ¿Por qué siempre, en cualquier lugar, hay tanta diferencia entre norte y sur? Economia y empresas, págs. https://hipertextual.com/2015/05/diferencia-norte-sur.

Punina, Á. P. (2017). GLOBALIZACIÓN: REVOLUCIÓN INDUSTRIAL YSOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN. Revista CIENCIAVol. 19, 2, , 269-284.